Una opción interesante y original que genera un punto de vista en una puesta en escena de perfil político que alumbra la frontera entre justicia y venganza. Leo Pulgar. Biobio Chile.
La puesta en escena resuelve de manera muy astuta el prejuicio que podemos tener sobre una nueva versión del clásico de Shakespeare.
Héctor Rojas. La Raza Cómica
El trabajo de dirección es de muy buena factura.
Cesar Farah. El Mostrador
En el conflicto dramático se entretejen rasgos de dos textos teatrales clásicos: la carga anímica de vengar a un padre desaparecido, cual Hamlet, en un contexto donde la frontera entre la realidad y la ilusión se diluyen, como en La vida es sueño. Esta unión se plantea desde un ambiente contemporáneo, con un cineasta enclaustrado en un departamento minúsculo donde se confronta con las resonancias polisomnográficas de tres fantasías: la permanencia de su amante, la desavenencia con su hermano congresista y el reencuentro con el espectro paternal. Jaques de la Brioche, Gacetilla Blackout.
"Fue una pregunta simple, ¿Qué pasaría si Segismundo, el protagonista de la obra, hubiera naciado hoy? ¿Cuáles serían sus sueños y sus reflexiones? se ceustiona el director de la pieza..." Eduardo Miranda, El Mercurio.
“Una dramaturgia sólida y prometedora… un dominio acabado para estructurar diálogos y encadenar escenas con elipsis propias de un guión cinematográfico, jugando con los tiempos y los reveses de sus personajes…” Javier Ibacache, periodista diario “La Segunda”.
“Teatro aún catalogado como “emergente” o “joven”. Pero que en sus elementos estructurales, no tiene nada que envidiarle al teatro de compañías más “adultas” o consolidadas…” Rodrigo Hidalgo, periodista diario “La Nación”
“Los Robinson es una obra con un final denso, pero que aún así tiene algo de lindo, algo que te queda dando vueltas aunque no entiendas muy bien qué (ni por qué). Hasta que llegas a tu casa y te ves buscando lo mismo: una familia en la que descansar…” Isidora Ortiz, periodista Zona de contacto, el Mercurio.
